Con Juan y Rocío tocaba dar el ultimo achuchón, sacar todo lo que nos quedaba pero aun con el físico muy mermado tocó de nuevo "resetearnos" y darlo todo por esta simpática pareja. Pocas veces se ve al novio mas nervioso que a la novia, en esta ocasión así fue pues Juan nos esperaba con impaciencia abriendonos la puerta antes de ni tan siquiera llamar a su puerta, y eso que llegábamos 15 minutos antes de lo pactado.... Con Rocío llegó la paz, y una novia tranquila y radiante nos esperaba, eso sí, con una cara de ilusión que solo el día de tu boda te puede producir.
Tras la ceremonia, en la peculiar Parroquia de la Sagrada Familia, los nervios de Juan desaparecieron (solo en parte...) y gozamos de un buen rato de sesión con un magnifico ambiente que solo puede ser posible cuando todo va rodado como así fue.
Espero que les guste esta pequeña selección de imágenes y que las disfrutéis de igual forma que a nosotros nos hicisteis disfrutar en vuestra boda. Gracias por vuestro trato y confianza.