Después de unos días de descanso, merecidos a nuestro entender, emprendíamos nuestra particular “vuelta al cole” (así lo llamó Eneida en un comentario en redes sociales…jajaja) con una preciosa boda. Manolo y Eneida son una pareja entrañable, personas que rebosan sencillez por los cuatro costados y con los que trabajar es un auténtico placer. Me hacía mucha ilusión esta boda, pues sabia con qué gente me iba a encontrar y me constaba que, desde primera, hora todo rodaría a las mil maravillas.
A pesar de la constante amenaza de lluvia todo fue optimismo, que es la única manera de disfrutar de un día inolvidable como el de su boda para una pareja de enamorados.
Disfrutamos mucho de una típica mañana de septiembre en la que el sol y las nubes juegan continuamente con el ambiente, pero sobre todo disfrutamos de la calidad humana que encontramos en todos, familiares y amigos, que les acompañaron. Al igual que ellos son excepcionales.
Muchas gracias a todos por esa acogida que recibimos en todo momento, y un saludo muy especial a mi Srta. Lourdes, la mamá de esta estupenda novia y a la cual tuve la suerte de tener como profesora durante algunos años y de la que tengo un fenomenal recuerdo. Sé que me va a “suspender” por haber puesto alguna foto suya en esta selección pues sé que al igual que a mí no le gusta estar delante de las cámaras…. Gracias a todos!!!