No todos los días se levanta uno con el pié derecho y empieza la jornada con todo a favor…Comenzábamos el día con la preocupación de tener al jefe “pachuchillo”, pero él me enseñó que la profesionalidad hay que llevarla por dentro y cuando llega la hora de la verdad hay que sacarla a flote. No contentos con eso comenzamos a trabajar y nos cargamos un flash… alaaa!!! y de postre a nuestro coche se le queda bloqueado el portón del maletero... malditos automatismos!!! todo hacía presagiar que no era nuestro día. Pero también me enseño el maestro, al menos el mio... que ante las adversidades… buena cara y que todo tiene solución si lo afrontas con optimismo, y de hecho así fue…
Sabía que tratar con Francisco y Ana era especial, pues ya habíamos compartido una sesión de preboda de lo mas divertida y la conexión estaba asegurada al 100%. A pesar de nuestros primeros traspiés todo funcionó desde el principio perfectamente, y las emociones fueron brotando de unos y otros desde el principio de la tarde hasta llegar a la ceremonia, celebrada en nuestro querido Santuario y junto a Nuestra Patrona…
Espectacular cena servida por nuestros grandísimos amigos de Jardines Aguanevada, y estupendamente decorada por los compañeros de Artedecá, cargada de momentos mágicos en la que tuvimos el gustazo de sorprender a los novios con un pequeño detalle…
Gracias por vuestra confianza, sois especiales!!!
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Mil gracias, Rafa, por TODO... y en especial por ese detallazo que tuviste con nosotros, que fue precioso!!!
Que recuerdos, jaja!! GRACIASSS!!!!