Afrontar un fin de semana como el que teníamos por delante no es fácil. Son muchos preparativos, horarios, direcciones, detalles y un sin fin de factores a tener en cuenta para que todo saliera a pedir de boca. Teniendo como tenemos el pueblo, todo “destripao”, con todo el centro patas arriba, todo es mas complicado si cabe. Pero empiezas, y lo haces con una pareja como Raúl y Araceli, tan sencillos, con las cosas muy claras de lo que quieren y de lo que les gusta…..esto empezaba bien. Boda sin problema, sin imprevistos, con una novia encantadora que vivía las horas previas a la ceremonia con una emoción tan especial que nos puso a todos los presentes las “lagrimillas” que se nos salían…… Emoción a tope, la misma que sentía Raul cuando la vio radiante entrar por el cancel de nuestro querido Santuario de la Sierra de Aras, donde pudimos ser testigos privilegiados cuando se dieron el “sí quiero”. Posteriormente se desplazaron hasta la Hacienda la Vereda, precioso enclave perteneciente a nuestros amigos del Grupo Aguanevada y donde tuvo lugar su inolvidable almuerzo. Boda llena de innumerables amigos, a los cuales conozco desde que soy un crío y con los que aun mantengo una gran amistad. Es un gustazo realizar este tipo de bodas a gente que has visto nacer y crecer en tu barrio, del que guardas tan gratos recuerdos, así que les doy las gracias por su confianza y por darnos esta oportunidad de disfrutar…..Un abrazote!!!
Arreglo novia
Vestido: Julian Ortiz
Peluquería: López Peluqueros
Maquillaje: Farmastetic